Calentamiento global y sistemas alimentarios regenerativos: acciones pequeñas posibles
- Ricardo Lozada
- 16 dic 2016
- 2 Min. de lectura
Una de las problemáticas más graves que está experimentando la humanidad es el cambio climático. El aumento de desastres ocasionados por huracanes, sequías, olas de calor, inundaciones, epidemias y demás, contradicen de manera contundente a los líderes políticos y corporaciones, que con el interés de defender un sistema político-económico sustentado en la explotación y mercantilización de la vida (humana y no humana), patrocinan investigaciones para difundir y consolidar a nivel global, la idea de que la alteración climática es un invento para debilitar la democracia y las economías del libre mercado.
Naomi Klein (2014) en su libro El Capitalismo contra el clima, describe muy bien todas las artimañas y mentiras que los neoconservadores de todo el mundo han ideado para no perder sus privilegios en el escenario global.
La situación es tan crítica, que algunos académicos están hablando de la sexta extinción masiva (Ceballos, y otros, 2015) por cuenta del acelerado proceso de desaparición de especies en los últimos años.
Siempre que nos enteramos de noticias de éste estilo, damos por sentado que ante una problemática de alcance global y de dinámicas tan complejas no hay nada que podamos hacer. Si bien es cierto que no es posible detener la destrucción de la vida en el plantea solamente con nuestras acciones, sí podemos desplegar cambios que promuevan en nosotros y en nuestros espacios un habitar más solidario con la Madre Tierra. Al menos así, podremos llenar nuestra mente y corazón de buenas energías y tendremos nuestra consciencia tranquila de estar haciendo lo correcto.
Una de las acciones que podemos hacer es transformar nuestros sistemas alimentarios. La industria alimentaria actual es la causante del 50% de los gases efecto invernadero que están calentando el planeta (Grain - Itaca, 2016), mucho más que los automóviles, el carbón o los aviones. Si cambiamos nuestros sistemas, comprando productos en mercados agroecológicos, apoyando a productores locales, rechazando productos de la agroindustria convencional, disminuyendo el consumo de carne, resistiendo a los restaurantes de comidas rápidas, cancelando el consumo de bebidas azucaradas y sembrando nuestros propios alimentos, estaremos haciendo un gran aporte al bienestar de los seres vivos en el planeta.
Referencias
- Ceballos, G., Ehrlich, P., Barnosky, A., García, A., Pringle, R., & Palmer, T. (2015). Accelerated modern human–induced species losses: Entering the sixth mass extinction. Science Advaces.
- Grain - Itaca. (2016). El gran robo del clima. Por qué el sistema agroalimentario es motor y que podemos hacer al respecto. México: Itaca. Obtenido de https://www.grain.org/es/article/entries/5408-el-gran-robo-del-clima-por-que-el-sistema-agroalimentario-es-motor-de-la-crisis-climatica-y-que-podemos-hacer-al-respecto
- Klein, N. (2014). Esto lo cambia todo. El capitalismo contra el clima. Madrid: Paidos Ibérica.
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